Los programas didácticos, cuando se aplican a la
realidad educativa, realizan las funciones básicas propias de los medios
didácticos en general y además, en algunos casos, según la forma de uso que
determina el profesor, pueden proporcionar funcionalidades específicas.
No se puede afirmar que el software educativo por sí
mismo sea bueno o malo, todo dependerá del uso que de él se haga, de la manera
cómo se utilice en cada situación concreta.